Un grupo de residentes del municipio de Envigado, cerca de Medellín, pasó el peor comienzo de año de sus vidas.

Los vecinos envigadeños de un tramo del Metroplus que se organizaron en el colectivo Túnel Verde perdieron la esperanza de ganar la batalla contra la tala de árboles del sector que, según la alcaldía, hay que hacer para abrirle espacio a ese sistema de transporte.

Se sintieron engañados porque el fin de año se reuniero hasta con el ministro de Ambiente Ricardo Lozano para concertar una salida diferente a dañar el corredor vital para especies de aves y ardillas entre otros animales.

Varios ambientalistas pusieron sus cuerpos como muro humano para impedir el corte de 38 árboles que se suman a otros 40 que ya cayeron. Pero se encontraron con un contratista que dijo una frase que todos recuerdan. La frase del contratista cayó tan  fuerte como un árbol talado. La respuesta del hombre fue peor: «¡Qué agresividad«.

Los miembros de Túnel Verde montaron un campamento durante el puente festivo para constituirse en guardianes de los árboles que siguen en pie. Mañana se sabrá si la Policía los saca a la fuerza o si el nuevo alcalde de Envigado se conecta con ellos y con la naturaleza.

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