El alcalde de Barranquilla invitó a las personas vulnerables de su ciudad a asistir a un parqueadero del estadio para recibir un mercado y cuando se percató que su llamado había generado una concentración, los mandó a casa con las manos vacías.

El alcalde Jaime Pumarejo descargó su responsabilidad sobre los convocados y prometió una nueva estrategia para que ellos reciban algunos productos básicos, junto con un impreso con su fotografía.

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