En el refugio de animales de Cota, al norte de Bogotá, en el que se recuperan los que han sido sacados de su entorno o comprados por los capitalinos e incautados por la Policía se interrumpió el flujo de caja en la taquilla, que era el que permitía alimentarlos y cuidarlos.

Artículo anteriorCifra de duplicaciones de casos de Covid-19 mostraría que Colombia va por buen camino
Artículo siguienteEn Colombia el 9% de la población supera los 65 años