Aunque la alcaldesa de Bogotá hubiera preferido un proyecto diferente en la carrera 68, ayer tuvo que aprobar la licitación de la construcción de los carriles de Transmilenio.

La oposición en la misma izquierda está dispuesta a cobrarle a la alcaldesa su papel, porque el plan de ella era organizar en la avenida la conexión al sistema férreo, que ya no se podrá.

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