Los motores que le robaron a un comerciante de Buenaventura aparecieron pegados a una lancha de las que los guardacostas deberían utilizar para perseguir a los ladrones. El dueño descubrió al comandante de los guardacostas con las manos en la masa, pero desde entonces éste ha enredado el proceso que tuvo que inventarse un caso de narcotráfico para respaldar su tenencia.

Qué Tal esto.

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