En los años 50, el puñado de colonos de Carmen de Atrato, en el Chocó, no encontró mayor reparo para la explotación de un yacimiento de oro, montaña arriba de donde se había creado el casco urbano, otras cinco décadas atrás.

Cuando llegaron al cerro dijeron que la explotación iba a ser durante diez años. Se fue creciendo y hoy en día ya tenemos esta multinacional

El yacimiento de cobre y oro en la mina El Roble superó por cinco décadas su primera prospección, con la boca toma y el lago de lodos contaminados de sus operaciones mineras encima de la del acueducto del pueblo

“Esta es la evidencia del río Atrato, el agua, y esta del río La Paya, vea que difieriencia, esta agua da rasquiña”.

Hace más de dos décadas, los lugareños se dieron cuenta de que los residuos de la mina estaban contaminando las aguas de pueblo y los casos de intoxicación con plomo se han hecho visibles localmente, pero no ante la autoridad ambiental

Once compañeros afectados de la comunidad El 12, por parte de mercurio.

«Necesitamos brigadas de salud, esto es urgente, para que a esos once compañeros les hagan el examen”.

“Lo que hicimos fue comparación del agua arriba de la mina y debajo de la mina… sí hay contaminación del agua con metales pesados y otro tipo de químicos que son tóxicos”

El examen técnico a la operación minera se decretó hace trece años y la Corporación Regional de Chocó, Codechocó, lo hizo, pero nada pasó.

Un auxilio inesperado surgió con la Sentencia T-622, en 2016, que le ordenó a Codechocó monitorear el agua del río, cosa que también hizo.

Pero, “desaparecieron el expediente y llevamos un año pidiéndolo para ver qué era lo que pasaba”.

Lo que pasó fue que los exámenes de Codechocó, en 2014 y 2017 a la Mina El Roble, determinaron que sus residuos peligrosos estaban llegando al río, al único río con derechos que tiene el país y que era necesario cerrarla para evitar problemas de salud.

Procurador: “Para nadie es un secreto que están envenenando a todos sus ríos y deforestando todas sus selvas”.

Aunque los carmeleños viven de la mina, no están dispuestos a tomar sus lodos, pues la piscina de sus desechos ha contaminado el río.

“En 2009 generó problemas y hubo vertimientos incontrolados; son materiales muy tóxicos que fueron directamente al río Atrato. Nosotros estuvimos en 2017 y tenemos evidencia de la instabilidad”.

La explotación de la Mina El Roble es legal, es decir, de ella tienen conocimiento oficial la autoridad ambiental; la policía; la ANLA y hasta la Corte Constitucional, pero las actas de su vigilancia están perdidas.

Pero las explotaciones ilegales son muchas más que las legales.

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