Marca indeleble con sus iniciales deja victimario en brazo de su víctima. La sometió a otras agresiones.


En el mismo batallón de violadores de una niña indígena, el San Mateo de Pereira, una menor de edad estuvo retenida contra su voluntad, con la anuencia de los suboficiales a cargo, mientras su violador la torturaba y marcaba de por vida… Ahora su victimario es el sistema judicial.



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