Paloma de la paz, otra víctima de los violentos de las marchas. Ganó la fuerza bruta

La que no salió ilesa de la marcha en Medellín fue una réplica de la escultura la Paloma de la Paz del medellinense Fernando Botero. Su dueño dice que sólo pudo recuperar sus pedazos al final de la protesta de la derecha, porque lo estaban esperando a él para hacerle lo mismo que a la obra de arte.

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