A las 2:00 de la tarde del viernes, el embalse de San Rafael reportaba que su capacidad estaba por debajo del 18 por ciento. San Rafael recibe aguas de la represa de Chuza y trataba sus aguas en la planta Wiesner cuya boca toma principal, como puede verse aquí, está hoy mucho más arriba que el nivel del agua.

En condiciones normales la represa se llenaría al 100 por ciento en un año, pero el 2023 lo inició con sólo el 73% y ya prácticamente eso se lo gastaron los bogotanos… Por el momento no tiene agua para tratar, pero se espera que si llegan las mil aguas de abril pueda recuperar su nivel y volver a darle a la capital la mejor de las aguas de América Latina. Para que eso sea posible, hay que ahorrar.

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