El clima de Bogotá que el jueves intimidó a los seguidores del presidente Petro hoy fue benigno con los de la oposición que hoy marcharon contra el gobierno y sus políticas. Esperábamos que en ambas se pudiera medir la antipatía y respaldo por el presidente, pero lo que pudimos determinar, empíricamente, es que los opositores de la derecha estaban más dispuestos a mojarse y que a los petristas los disuadió un fuerte aguacero.