Por amenazas a habitantes de veredas de Bojayá, Chocó, por parte del ELN y de las denominadas Autodefensas  Gaitanistas, y por el asesinato el pasado viernes del indígena embera Anuar Rojas Isarama en Niqui, Chocó, defensores de derechos humanos de esa región llegaron otra vez a Bogotá buscando ayuda.

Artículo anteriorTaxista que ofendió a conductores de Uber, con lágrimas pidió perdón
Artículo siguienteProtocolo para movilizaciones de la Alcaldía de Bogotá no logró disuadir protestas de estudiantes